La anfitriona Francia fue caballerosa y aceptó la derrota que prácticamente se decidió por una jugada
En un partidazo, la selección de España se hizo fuerte ante la adversidad y las polémicas decisiones aparentemente en favor de los anfitriones y venció 3-5 a Francia, quedándose con el oro en el fútbol masculino, el cual no ganaba desde Barcelona 1992. Además, es una revancha para los hispanos, quienes cayeron en la final de Tokio 2020 ante Brasil.
Todo empezó de lo peor para España pues Enzo Millot anotó a los 11 minutos para Francia, por un error del arquero Arnau Tenas. Sin embargo, los hispanos se repusieron rápido y a los 18 y 25 minutos, Fermín López lo dio vuelta en favor de España. A los 28, Álex Baena anotó de tiro libre dejando parado al golero Guillaume Restes. Con el 1-3 en el primer tiempo, todos los goles españoles vinieron de jugadores que fueron campeones de Europa hace un mes pero con pocos minutos en el torneo continental.
A los 79, Maghnes Akliouche descontó para Francia a los 79 minutos de tiro libre que no pudo alcanzar Tenas. Y cuando estaban por culminar los 90 minutos, una falta en el área fue revisada en el VAR para que Jean-Philippe Mateta iguale las cosas 3-3 de penal y se jueguen 30 minutos más.
En la prórroga, los tiempos añadidos eran cuestionados por España, así como la decisión de sancionar penal cuando faltaba poco para que se resuelva el partido. Pero eso no los amilanó y a los 100 minutos, Sergio Camello anotó el 3-4. Cuando faltaba poco para que los 120 terminen, Tenas contuvo una ocasión clara de Mateta y de saque, Camello se escapó solo y definió ante Restes para el 3-5 definitivo y la victoria española.
De esta manera, España cierra de la mejor manera el año futbolístico, primero con la obtención de la Eurocopa y ahora, con el oro olímpico. Ello demuestra que España tiene buen futuro para ser candidato en el mundial de Norteamérica 2026 y hasta campeón del mundo como lo fue en Sudáfrica 2010. Por otro lado, por parte de la selección anfitriona, seguramente se cuestionará al entrenador Thierry Henry pero no por la campaña, sino por no haber tenido a más jugadores consolidados.