El ‘Jefecito’ aseguró que Inter Miami dominó el partido y que hubo esperanza en el descuento
El entrenador Javier Mascherano habló de la dura caída ante Minnesota United por 4-1 en la Major League Soccer (MLS) en una conferencia de prensa.
«En la primera parte tuvimos el control, pero en dos jugadas, por desatenciones, nos hicieron mucho daño, en un partido que teníamos controlado. Sobre todo en el segundo gol y más en el segundo tiempo, en donde nos pusimos 2-1, el tercer gol nos terminó de matar. Sabíamos que Minnesota nos podía hacer daño en transiciones, en pelota parada. Así habíamos preparado el partido y eso es lo que más me preocupa», señaló.
Además, reveló que el segundo y tercer gol fueron claves. «Antes del segundo gol, estábamos a tiro de empatarlo porque nos íbamos al descanso y antes del tercero, a Minnesota le costaba salir. Pero nunca es fácil atacar a un equipo que se repliega bajo, que está en todo su derecho, salvo dos o tres centros de Jordi (Alba). Nos frustra que en la primera aproximación nos hacen el primer gol. Pagamos caro desatenciones ante un equipo que tiene mucho gol. Cuando jugaron contra Austin fue muy parecido», dijo.
Por otro lado, se refirió a la baja de Fafá Picault. «Se levantó con migraña y eso hizo que decidamos jugar de otra manera en el mediocampo. Creo que el 4-1 no es la diferencia que hubo durante el partido, pero los goles no se merecen, se hacen y dimos muchas posibilidades al rival para que nos lastime», indicó.
También habló del planteamiento de Minnesota. «Con un 5-4-1 jugaron en el último tercio. Lo que más me preocupa es que cada vez que atacábamos, en las transiciones nos hacían mucho daño. Su delantero centro quedaba descolgado, nosotros no estuvimos cerca para marcarlo y nos hacían transiciones de 50 a 60 metros. En la primera etapa y en la Concachampions éramos un equipo fiable, concentrado y que no le generaban, pero eso ya no se ha visto. Pero tampoco se puede decir que estuvimos bien o mal defensivamente porque no nos han atacado», mencionó ‘Masche’.
Finalmente, hizo mea culpa de la derrota. «Si el entrenador no convence o trnasmite, es toda mi responsabilidad. Presionamos alto, recuperamos muchas pelotas, pero eso no alcanza. El fútbol se juega con y sin pelota. Tenemos que estar mucho más firmes, hay que ganar los duelos individuales. Nuestra propuesta de ser protagonista hace que tomemos riesgos y para asumirlos, hay que estar más concentrados. No podemos permitir que nos hagan dos goles de pelota parada», sentenció.