El cuadro blanco llegó hasta tiempo extra con la Real Sociedad y avanzó con gol a los 115 minutos
En partidazo jugado en el Estadio Santiago Bernabéu, Real Madrid pasó muchos apuros ante Real Sociedad pero pudo clasificar a la final de la Copa del Rey luego de igualar 4-4 y avanzar con el tanto que anotó en el partido de ida.
El partido en los 90 minutos terminó 3-4 en favor de los vascos, por lo que se tuvo que alargar 30 minutos más, en los cuales Antonio Rudiger fue el salvador tras anotar a los 115 minutos.
A los 16 minutos, la Real Sociedad se adelantó con gol de Ander Barrenetxea tras un pase de Pablo Marín. El vasco definió entre las piernas de Andriy Lunin y ya igualaba la serie. No obstante, Endrick puso el 1-1 a los 30 minutos luego de colgar al portero Álex Remiro, previo pase de Vinícius Júnior.
A razón de refrescar el ataque, Carlo Ancelotti mandó al campo a Kylian Mbappé en reemplazo de Endrick. Sin embargo, volvieron a pasarla mal a los 72 minutos y un disparo rasante de Pablo Marín tocó en la pierna de David Alaba, en lo que fue el segundo tanto de la Real Sociedad.
Los vascos se acercaron a la hazaña cuando a los 80, un pase del explosivo Takefusa Kubo hacia atrás para Mikel Oyarzabal terminó en el 1-3 para los de San Sebastián. Los merengues hicieron todo lo posible para evitar la catástrofe y a los 82, Vinícius asistió a Jude Bellingham, quien con un toque puso el 2-3.
Cuatro minutos después, Aurélien Tchouaméni cabeceó un córner de Rodrygo y ya era el 3-3. Los madrileños se recuperaban milagrosamente y en menos de seis minutos ya estaban ganando la serie.
Pero ello no estaba cerrado y en los minutos de descuento, Kubo se escapaba por la banda de Camavinga, quien había estado muy flojo en el encuentro y sufrió una infracción. Y en el tiro libre, ejecutado por Sergio Gómez, apareció nuevamente Oyarzabal y de cabeza anotó el 3-4, mandando la llave al tiempo extra.
Ya en la prórroga, Real Madrid mostraba más chispazos de buen juego y de querer quedarse con la llave a su favor. Hasta que a los 115, un saque de esquina de Arda Guler fue cabeceado por Antonio Rudiger, quien había ingresado a los 90 minutos y terminó siendo nuevamente la solución para los de Carlo Ancelotti.
Los madrilistas están en la gran final de la Copa del Rey a jugarse en el Estadio de La Cartuja de Sevilla y, por lo menos, se aseguró que este partido será un superclásico o derby. Y es que del otro lado están Atlético Madrid y Barcelona, quienes empataron 4-4 en Montjuic y en Madrid definirán mañana al otro finalista.